- ¿Y de que se trata "Sueño de una noche de verano"?
+ Oberón, rey de las hadas, se ha peleado con su mujer, la reina Titania y le pide a Puck, un duendecito travieso, que le consiga una pócima para volver a enamorarla. Esa pócima, colocada en los ojos de Titania, haría que ella se enamorara irremediablemente del primer hombre que viera al despertar. La que tomara esa pócima sentiría una pasión incontrolable por la primera persona que viera. El hechizo del hada los hizo caer en confusión y atracciones inesperadas, nadie podía creer lo que pasaba. Tan poderoso era el hechizo que las jóvenes se sentían atraídas por hombres a los que nunca habían mirado de esa manera. Y Puck entendió que la princesa, a pesar de amar a otro, podía bajo los efectos del hechizo olvidarlo para enamorarse de alguien más…Es una metáfora del enamoramiento adolescente.
- ¡Eso pasa en las novelas nada más!
¿Sí,? ¿solo pasa en las novelas? Yo pienso que no; la obra de Shakespeare refleja lo que es el amor adolescente, aunque en forma de metáfora, claro, ya que no existen pócimas ni hechizos para enamorar a una persona, ni para hacer que esa persona se fije en ti, por eso hay que mirar ésta historia alejados de la metáfora, porque… ¿quién no ha sentido alguna vez una ‘atracción inesperada'? O por ejemplo, el que tiene un amigo, muy amigo, de esos que dices: ‘¿cómo me va a gustar? ¡Es solo mi amigo!’ y la gente te sigue diciendo: 'ya verás, al final te va a gustar' y, sin darte cuenta, un día, pasa…Pasa que empiezas a verlo con otros ojos, de otra manera… ¿A quién no le pasó que le termine por gustar el chico más odioso de su clase, o el menos agraciado? Sí, ese en el que nunca te fijarías, pero te fijas, no sabes cómo, cuándo, ni por qué, pero acaba calándote dentro, te llega y ahí aparece tu atracción inesperada, como en ‘Sueño de una noche de verano’. ¿Ves? No solo pasa en las novelas.